Por la valorización del trabajo docente: un llamado a la acción
Comunicado del SECH.
El Sindicato de Educadores del Chaco (SECH) reafirma su compromiso en la defensa de los derechos de los docentes. Después de meses de espera sin una respuesta del Gobierno, la falta de atención a las necesidades del sector educativo en nuestra provincia es motivo de profunda frustración.
Nos enfrentamos a una realidad económica y social extremadamente difícil. No es nuevo que muchos de nosotros vivimos en condiciones de pobreza, pero es esencial reconocer la responsabilidad que tenemos hacia millones de estudiantes. Según el último informe de INDEC, el ingreso mínimo para no ser considerado pobre es de 930 mil pesos, mientras que para evitar caer en la indigencia se requiere un ingreso de al menos 405 mil pesos.
Es preocupante que, bajo estas circunstancias, los trabajadores de la educación no disfrutemos de un nivel de vida que esté a la altura de lo que establece el artículo 14 Bis de la Constitución, el cual garantiza condiciones dignas. Esta precariedad no solo afecta nuestro bienestar, sino también el de nuestros estudiantes y sus familias, muchas de las cuales provienen de entornos vulnerables. Más del 50% de los alumnos en las escuelas públicas viven en condiciones de pobreza, complicando aún más nuestra labor educativa.
La devaluación de nuestra profesión ha aumentado en los últimos tiempos, repercutiendo en nuestros salarios, que, según recientes estadísticas, están por debajo de la línea de pobreza. El salario promedio (neto) de un docente en nuestra provincia es de aproximadamente $736.539, una cifra muy alejada de lo necesario para cubrir necesidades básicas.
A pesar de estos desafíos, muchos colegas se levantan cada día con la firme convicción de que su esfuerzo puede transformar la vida de sus estudiantes. No obstante, es primordial que el Estado y la comunidad reconozcan el valor de nuestra labor y promulguen políticas que mejoren nuestras condiciones laborales y fortalezcan la educación pública y gratuita que nuestros niños y jóvenes merecen.
La situación exige un cambio inmediato y, como educadores, debemos unir fuerzas para reclamar lo que es justo, tanto para nosotros como para nuestros alumnos. Solo así podremos aspirar a un futuro educativo más equitativo.
En consecuencia, durante la asamblea del jueves 21 de noviembre de 2024, se decidió llevar a cabo un paro de 48 horas el martes 26 y miércoles 27 de noviembre, seguido de una asamblea virtual el día miércoles 27 de noviembre a las 19:00 horas.
Frente a la diversidad de demandas y la preocupante realidad económica, convencidos de que una educación de calidad comienza con el reconocimiento y la valorización de nuestro trabajo, mantenemos firme nuestro camino hacia 'NI UN DOCENTE POBRE'. ¡Por Justicia Social!