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Migraña: la segunda causa de discapacidad en el mundo

Se la considera una enfermedad invisibilizada y subestimada, a pesar del enorme impacto que produce

Migraña: la segunda causa de discapacidad en el mundo

Se la considera una enfermedad invisibilizada y subestimada, a pesar del enorme impacto que produce

 La migraña no es solo un dolor de cabeza. Es una enfermedad neurológica compleja, debilitante y crónica que afecta a más de 4 millones de personas en la Argentina. A nivel global, es la segunda causa de discapacidad, y entre las mujeres jóvenes, lidera ese triste ranking como primera causa. A pesar de su impacto devastador en la vida cotidiana de quienes la padecen, sigue siendo una condición subestimada, invisibilizada y, en muchos casos, malinterpretada.

   Detrás de cada persona con migraña hay historias de ausencias, cancelaciones, dolor silencioso y lucha constante con un entorno que muchas veces no comprende la magnitud del problema. La migraña atraviesa todos los ámbitos de la vida: lo personal, lo familiar, lo laboral, lo académico y lo social. Y aunque sus síntomas son visibles y disruptivos, el camino hacia el diagnóstico suele ser largo y frustrante: un tercio de los pacientes consulta entre cuatro y ocho médicos antes de recibir un diagnóstico certero.

Una enfermedad que aún cuesta comprender

   "La migraña es mucho más que un dolor de cabeza. Es un trastorno neurológico que puede generar síntomas severos como náuseas, vómitos, sensibilidad extrema a la luz y al sonido, dificultades cognitivas y, en algunos casos, alteraciones visuales conocidas como "aura". Estos episodios pueden durar entre 4 y 72 horas, afectando profundamente la vida de quien los sufre", explica la Dra. Fiorella Martín Bertuzzi, presidenta de la Asociación Migrañas y Cefaleas Argentina (AMYCA).

   Desde la organización, subrayan la falta de comprensión social que rodea a esta patología. "Los pacientes nos cuentan todos los días cómo sus entornos minimizan lo que les pasa. En el trabajo los acusan de exagerar, los amigos se enojan cuando cancelan salidas, e incluso hay quienes sienten que arruinan las vacaciones familiares por tener que aislarse en plena crisis de migraña", relata la Dra. Martín Bertuzzi.

   María Agustina Hildt, secretaria de AMYCA y paciente con migraña crónica, agrega: "Vivimos en un mundo que no entiende esta enfermedad. A menudo se la reduce a un dolor de cabeza común, lo cual nos lleva a sentirnos culpables o incluso dudar de nuestro propio padecimiento. Muchos pacientes sienten que deben justificar constantemente su dolor. Hay que romper con ese estigma".

Más frecuente de lo que se cree

   La migraña es una de las condiciones neurológicas más comunes en el mundo. En la Argentina, alrededor del 9,5% de la población la padece, y un 1% la sufre en su forma crónica, es decir, con más de 15 días de migraña al mes.

   El impacto invisible de esta enfermedad se refleja no solo en el dolor físico, sino en la disminución de la productividad laboral, el deterioro de las relaciones personales y el desgaste emocional. Según datos de la Fundación Americana de la Migraña, más del 90% de los pacientes con migraña crónica experimentan serias dificultades en sus actividades cotidianas, incluyendo el trabajo, el estudio y el cuidado familiar.

   "El costo emocional, económico y social que implica vivir con migraña es inmenso. Muchas personas deben adaptar completamente su rutina para evitar disparadores, convivir con tratamientos parciales o ineficaces y enfrentar la incomprensión del entorno. Es urgente que la migraña sea considerada una prioridad en la agenda de salud pública", subraya Hildt.

Lucha por reconocimiento y tratamiento adecuado

   Uno de los principales problemas que enfrentan los pacientes con migraña es la demora en el diagnóstico y la falta de acceso a tratamientos efectivos. Esta situación se agrava por el desconocimiento generalizado, incluso en el ámbito médico. Desde AMYCA destacan la importancia de consultar con profesionales especializados: los neurólogos.

   "No hay que tener miedo de consultar a un neurólogo. Son quienes tienen las herramientas necesarias para diagnosticar la migraña y están al tanto de los tratamientos más recientes. Evitar esa consulta puede llevarnos a estar subdiagnosticados o recibir tratamientos inapropiados", advierten desde la organización.

Comunidad, contención y empoderamiento

   En los últimos años, se han producido importantes avances en el tratamiento de la migraña, incluyendo nuevas terapias farmacológicas específicas, que han demostrado eficacia tanto en la prevención como en el control de los episodios agudos. Sin embargo, el acceso a estos tratamientos sigue siendo desigual, especialmente en el sistema de salud público y en sectores vulnerables de la población.

   AMYCA fue fundada en 2021 por un grupo de pacientes y profesionales de la salud con la misión de visibilizar la migraña, promover el acceso a información confiable y brindar acompañamiento emocional y práctico a quienes conviven con esta enfermedad.

   La organización desarrolla diversas actividades: grupos de apoyo, charlas con especialistas, campañas en redes sociales y participación en eventos públicos. Todo esto tiene un objetivo claro: empoderar a las personas con migraña, derribar prejuicios y construir una red de contención real.

   "Nos propusimos crear un espacio donde las personas puedan sentirse comprendidas y acompañadas. Muchas veces, simplemente escuchar a otro que vive lo mismo que vos es un alivio enorme. Nos ayuda a dejar de sentir culpa por no poder ‘hacer como si nada’ y nos recuerda que tenemos derecho a vivir sin dolor", señala Hildt.

   Desde AMYCA invitan a quienes viven con migraña a sumarse a la comunidad a través de sus redes sociales, donde comparten información, experiencias y actividades. "Estamos convencidos de que visibilizar la migraña es el primer paso para transformar la realidad. Pero no podemos hacerlo solos: necesitamos el compromiso de los profesionales de la salud, las instituciones y la sociedad en su conjunto", afirman desde la asociación.

¿Qué se necesita para cambiar la realidad?

   La migraña representa un desafío de salud pública que requiere acciones concretas: mejor capacitación médica, campañas de concientización, acceso equitativo a tratamientos efectivos y una mirada integradora que contemple también el impacto emocional de la enfermedad.

   "Cada persona con migraña merece ser atendida con seriedad, diagnosticada a tiempo y acompañada en un tratamiento integral. No podemos seguir considerando a esta enfermedad como un tema menor o meramente individual. Tiene consecuencias enormes que afectan a millones de familias", remarca la Dra. Martín Bertuzzi.

   El pedido de las personas que conviven con migraña es claro: ser escuchadas, comprendidas y respetadas. Y, sobre todo, tener la posibilidad de acceder a una vida digna, sin dolor crónico y con igualdad de oportunidades.

¿Dónde buscar ayuda?

   Si vivís con migraña o conocés a alguien que la padezca, podés acercarte a la comunidad de AMYCA a través de sus redes sociales o su sitio web. Allí vas a encontrar información actualizada, actividades gratuitas, testimonios de otros pacientes y un espacio de contención donde nadie está solo.

   Porque hablar de migraña es el primer paso para sanar. Y porque el dolor, aunque invisible, es real. Reconocerlo, tratarlo y acompañarlo es una responsabilidad colectiva.

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