La resistencia a los antibióticos podría generar 39 millones de muertes en 2050
El uso inapropiado de antibióticos se convirtió en una amenaza para la salud de la población, por lo que es fundamental usar los mismos de manera correcta y bajo prescripción médica.
Para ello, es necesario utilizarlos con prudencia, adoptar medidas preventivas y fomentar buenas prácticas tanto en el público en general como entre los trabajadores de la salud y los responsables del desarrollo e implementación de políticas públicas.
Cada año, en noviembre, se celebra la Semana Mundial de Concientización sobre el Uso de los Antibióticos y la Dra. Valeria El Haj explicó que la resistencia a los mismos "es un fenómeno mundial que representa una situación preocupante y, en algunos casos, podría dejar sin opción de tratamiento para ciertas infecciones, tanto en pacientes ambulatorios como hospitalizados".
"Este escenario aumenta el riesgo de complicaciones, genera infecciones difíciles de tratar, prolonga los tiempos de internación y eleva la mortalidad. Por eso, es fundamental concientizar sobre el uso adecuado de los antibióticos" , añadió.
Asimismo, indicó: "La resistencia a los antibióticos ocurre cuando las bacterias mutan y se vuelven resistentes a medicamentos de uso habitual para combatirlas. Es decir que dichos medicamentos con el tiempo y el mal uso, van perdiendo su capacidad para combatir las bacterias que generan las enfermedades".
El Haj explicó que: "Si se toman antibióticos de forma repetida e inadecuada y si se prescriben excesivamente, se contribuye a aumentar la resistencia bacteriana haciendo un uso no racional y pudiendo llevar, entre otras cuestiones, al fracaso terapéutico, a la no curación y, además, producir efectos adversos evitables que pueden desencadenar en el desequilibrio de las defensas inmunitarias".
Uno de los principales puntos a destacar es la automedicación, que consiste en tomar antibióticos sin consultar primero con un médico, ya sea utilizando antibióticos sobrantes de tratamientos previos o adquiriendo antibióticos sin las correspondientes recetas.
Otro tema no menor a destacar también, es la falta de adherencia o cumplimiento con el esquema de administración del medicamento (dosis, intervalo entre cada dosis y duración del tratamiento). Esta conducta compromete la efectividad del fármaco, es decir, que el mismo logre el propósito de paliar o curar la enfermedad.