Nacionales Escuchar artículo

El “doctor de los juguetes” que repara historias y conserva piezas de 140 años

Desde hace más de 30 años, Gabriel Peralta restaura juguetes antiguos y modernos. En su taller conviven recuerdos familiares, piezas históricas y una muñeca de 1880.

El “doctor de los juguetes” que repara historias y conserva piezas de 140 años

Desde hace más de 30 años, Gabriel Peralta restaura juguetes antiguos y modernos. En su taller conviven recuerdos familiares, piezas históricas y una muñeca de 1880.

Desde hace más de tres décadas, Gabriel Peralta se dedica a un oficio tan poco común como entrañable: arreglar juguetes. En su taller del barrio General Paz, ubicado en Rosario de Santa Fe 1092 en la ciudad de Córdoba, cada objeto guarda una historia y, muchas veces, un recuerdo familiar que busca volver a cobrar vida.

Peralta no solo repara juguetes averiados, sino que también es coleccionista. Su patrimonio supera las 2.000 piezas e incluye ejemplares singulares, como una muñeca de aproximadamente 140 años de antigüedad y un robot ruso, entre otros objetos históricos. Además, publicó una serie de cuentos inspirados en los juguetes que pasaron por sus manos.

“Estoy trabajando para entregar una muñeca que volverá a divertir a una nietita”, contó a Cadena 3. Con humor, quienes lo conocen lo bautizaron “Gepetto” o “el doctor Juguete”. 

“Acá llegan juguetes de todo tipo: antiguos, modernos, coleccionables, con valor histórico o cargados de recuerdos. Incluso, juguetes nuevos con alguna falla técnica que necesitan quedar como recién salidos de fábrica”, explicó.

Según relató, los casos más desafiantes suelen ser los de los coleccionistas, que buscan restauraciones minuciosas. “Necesitan que el juguete se vea muy bien y funcione correctamente, porque eso devuelve imágenes y emociones. Cuanto mejor está, más comunica”, señaló. Sin embargo, también recibe juguetes actuales dañados por accidentes cotidianos, como un tren que se cayó al piso y necesita reparación.

Entre las innumerables anécdotas que acumula, hay una que sobresale: la de una muñeca de fines del siglo XIX. “Es una muñeca de 1880, una ‘bistatarabuela’. Estuvo guardada durante décadas en algún baúl y una abuela la trajo para que vuelva a jugar una niña. Ese tipo de historias hacen que este trabajo tenga un valor especial”, concluyó.

En su taller, Gabriel Peralta no solo repara mecanismos: también reconstruye vínculos entre generaciones, donde cada juguete restaurado vuelve a cumplir su función original, la de provocar juego, memoria y emoción.

Comentarios
Volver arriba