Tras meses de estar apartada de sus compromisos públicos, que generaron rumores e incertidumbre en la corona británica, la princesa de Gales, Kate Middleton, reapareció este viernes con un video que subió a las redes sociales y confirmó que tiene cáncer.

 

 

La princesa, quien estuvo en el centro de la atención debido a especulaciones sobre su salud, decidió abordar directamente la situación y anunciar su condición de salud. En sus propias palabras, expresó que "fueron dos meses increíblemente duros" para ella y su familia desde su cirugía abdominal en enero pasado.

 

 

A pesar de que en un principio se pensaba que su condición no era cancerosa durante la operación que había sido exitosa, pruebas posteriores revelaron lo contrario. Por lo tanto, Middleton está sometiéndose a sesiones de "quimioterapia preventiva".

 

 

En un tono sereno pero emotivo, la esposa del príncipe Guillermo compartió que la noticia fue un "enorme shock" para su familia. Sin embargo, tanto ella como el príncipe están tratando de gestionarlo de manera privada por el bienestar de sus hijos. Middleton también compartió el proceso de cómo les contó a sus hijos sobre su enfermedad, asegurándoles que estará bien y enfocándose en su recuperación.

 

"Estoy bien, volviéndome más fuerte cada día y centrándome en las cosas que me ayudarán a sanar mi mente, cuerpo y espíritu", dijo Middleton, desmintiendo rumores de crisis matrimonial y agradeciendo el apoyo de su esposo durante este difícil momento.

 

La princesa concluyó su comunicado pidiendo comprensión y privacidad mientras completa su tratamiento, enfatizando que, aunque espera regresar a su trabajo cuando esté capacitada, por ahora debe centrarse en su recuperación.

 

 

"Esperamos que entiendan que, como familia, necesitamos tiempo, espacio y privacidad mientras completo mi tratamiento. Mi trabajo siempre me ha brindado una profunda alegría y espero regresar cuando esté capacitada, pero ahora debo centrarme en mi recuperación", cerró.

 

La noticia del cáncer de la princesa Kate llega en uno de los momentos más complicados para la familia real británica, ya que el rey Carlos III también se encuentra actualmente en tratamiento tras serle detectado un cáncer después de una intervención que, como la de su nuera, no estaba relacionada con un proceso canceroso. En ambos casos, la enfermedad fue diagnosticada en las pruebas posteriores.

 

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